En los 80 internet todavía estaba en sus comienzos. Fueron años muy importantes ya que nacieron los DNS y se implementaron los protocolos TCP/IP, entre otras muchas novedades. En 1982 nació el emoticono, tal y como se conoce, al proponer utilizar :) después de un chiste o comentario gracioso.
1989 trajo consigo la propuesta de la World Wide Web. Fue publicada en marzo en MacWorld y posteriormente se redistribuyó en mayo de 1990. Fue escrita para persuadir al CERN de que un sistema global de hipertexto sería beneficioso para todo el mundo. Originalmente se llamó Mesh y el término World Wide Web se acuñó cuando Tim Berners-Lee escribía el código en 1990.
Apps de los 80
El proyecto ReBirth con el que imagina el aspecto que habrían tenido apps como Instagram, Facebook o Spotify si hubieran surgido en la década de los años 80. Aunque los desarrollos tecnológicos solo han permitido que surgieran en esta época, podrían haberlo hecho en otra.
A pesar de su aparente modernidad, estas aplicaciones no son más que herramientas que satisfacen necesidades primitivas del ser humano, como la conversación, el mantenimiento de los recuerdos, divertirse, alimentar el ego, satisfacer la curiosidad o saber más. Eso es lo que piensa Thomas Olivier quien, con su proyecto ReBirth, ha mezclado juguetes y dispositivos analógicos de esa época con las nuevas app digitales.
Para elegir los objetos –algunos resultarán desconocidos a muchos milenials– y combinarlos con esas nuevas tecnologías que mejor les encajan, Tom Le French ha recurrido no solo a su función original, sino también al humor. Según comenta él mismo, «más que elementos humorísticos, creo que mis proyectos tienen elementos subversivos. En todo caso, lo que sí es cierto es que el humor es una excelente manera de conectarse con las personas, especialmente en esta época». Las imágenes están realizadas tras combinar los dos conceptos (objeto y app) para crear la pieza echando mano de imágenes reales y del retoque digital, aunque siempre con ese espíritu retro que caracteriza al conjunto del proyecto y sin demasiada tecnología punta.
Visto en Yorokobu