El lettering, como expresión creativa, realizado sobre basura sirve para generar contraste al unir una bonita creación con algo desechable que ya ha perdido su valor. Según el diseñador gráfico e ilustrador Rob Draper, “es como darle una segunda oportunidad, otra vida”.
Cualquier artículo susceptible de ser desechado puede ser transformado en una pequeña obra de arte, es dar belleza a los objetos que la gente tira cubriéndolos con frases positivas e inspiradoras. La idea es revalorizar aquellas cosas que han dejado de ser útiles para el usuario, como servilletas de papel, vasos y platos de cartón, lápices, sobres gastados, comida, etc.
Algunos se los lleva a casa para trabajar en un diseño más elaborado, pero en ocasiones termina el lettering in situ y lo deja allí donde se lo encontró con la esperanza de provocar una sonrisa en aquella persona que se lo encuentre. Según cuenta el diseñador, los objetos con los que ha tenido más éxito han sido los vasos de café, unos lienzos perfectos para plasmar su despliegue caligráfico.
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